Cuando se tiene un jardín con hierba artificial algunos dan por supuesto que no es necesario realizar trabajos de jardinería. Nada más lejos de la realidad. Un jardín de este tipo no tiene por qué ser un simple campo insulso sin más, puede ser toda una demostración de arte.
Por eso, podemos utilizar la jardinería de dos maneras diferentes para lograr tener el espacio más natural y bonito, aunque la hierba sea artificial.
Jardinería para componer el espacio
Un experto en jardinería puede ayudarte a componer el espacio de modo que le quites todo el partido a tu jardín. Te recomendará que árboles plantar, que tipo de cierre colocar o que flores puedes tener y dónde debes de tenerlas.
La jardinería es muy parecida a la decoración, hay que saber con qué se cuenta y a partir de ahí poner al servicio del trabajo toda la imaginación. Puedes inspirarte en fotos fantásticas de jardines de ensueño pero también puedes, ayudado por el especialista, realizar creaciones propias.
Para el diseño debes de tener en cuenta si va a ser un jardinero el que lleve el mantenimiento o si vas a ser tú mismo. En este último caso es importante valorar tu nivel de compromiso y tus conocimientos para que el trabajo de mantenimiento sea fácilmente asumible.
De poco vale un jardín maravilloso y que parece sacado de una postal si luego el coste de mantenimiento es tan alto que no vas a poder costearlo o si resulta tan difícil cuidarlo que vas a acabar por no hacerlo.
La hierba artificial es barata y no necesita trabajo, así que utilízala en el mayor espacio posible para evitarte engorros que no sean necesarios.
Jardinería de mantenimiento
Si se ha optado por la combinación de hierba artificial y de elementos naturales, como por ejemplo un cierre de arbustos, composiciones de árboles o islas de flores, es necesario mantener lo que se ha creado.
Esto se consigue con un trabajo constante y metódico, ya sea realizado por un profesional o por uno mismo. No tiene por qué ser un trabajo duro si se hace cada poco tiempo y se mantiene todo en buen estado.
Para muchas personas la jardinería es una manera estupenda para relajarse y olvidarse de los problemas diarios. Para otras es un motivo más para estresarse. Si eres de estos últimos tienes dos opciones, limitarte a tener campo o contratar los servicios de un jardinero profesional.