Los caminos que recorren tu jardín o tu pequeña parcela pueden ser de dos tipos, teniendo en cuenta el factor que nos ocupa que no es otro que el césped artificial: pueden ser caminos entre el césped o caminos elaborados con césped.

Caminos elaborados con césped

Son los que más nos gustan y, por tanto, vamos a comenzar con ellos para hablar de los caminos de jardín. Se trata de senderos que separan diferentes áreas y que permiten caminar sin pisar las flores o incluso los pequeños huertos que podamos tener sembrados.

Una de las principales misiones es poder ir de un lado a otro del terreno sin tener que pisar la hierba cuando está mojada. Por eso, estos caminos, aunque tengan una parte de césped también suelen tener otros elementos como losas o piedras.

La hierba natural no sería una buena alternativa para este tipo de caminos, ya que al crecer tapa las piedras y hace que sea más complicado caminar por estos lugares. Las piedras y losas, a su vez, dificultan del cortar la hierba.

Pero si hablamos de un terreno de césped artificial, entonces todo es más sencillo. Esta hierba no crece y no vamos a tener que preocuparnos de igualar las briznas o de impedir que salgan por donde no les corresponden.

Tan solo hay que instalar el césped y a partir de ahí, colocar las piedras sobre el mismo en los lugares que más nos gusten. Si se quiere un resultado altamente profesional, se puede recortar la moqueta para que las piedras encajen a la perfección.

Caminos elaborados sobre el césped

En este caso, lo que tenemos es un gran campo de hierba artificial en el jardín y lo que queremos es trazar caminos que nos lleve hasta la piscina, hasta una caseta de jardín o hasta la entrada de la parcela por poner algunos ejemplos.

Esto también es muy fácil de hacer, ya que solo hay que recortar la moqueta realizando el dibujo que más nos gusta y rellenar este espacio con  cantos rodados, con losas, con cemento, arena o con cualquier material que nos apetezca.

Los bordes de césped, una vez asegurados para que no se levanten, quedarán perfectos y muy naturales, totalmente integrados. Si se quiere, se puede construir un bordillo, por ejemplo de piedra, dibujando toda la frontera entre el camino y el campo.

Este bordillo ayudará a que las piedras o la arena del camino no se meta hacia la hierba, ayudando a que los espacios se vean más limpios y delimitados.